Este poema reflexiona sobre las lecciones que se aprenden con el tiempo sobre el amor, la amistad y las relaciones. A medida que uno envejece, aprende a valorar las verdaderas amistades sobre las falsas, a no depender emocionalmente de otras personas, y a vivir en el presente en lugar de enfocarse demasiado en el futuro incierto. El poema sugiere que sólo con la experiencia y la madurez que vienen con el tiempo una persona puede comprender plenamente estas lecciones sobre la vida.